Luca es un niño sin prejuicios ni complejos, como seguramente serían los niños y las niñas sin la ayuda de las personas adultas.
Por eso cuando aparece en el cole con su peluca de pelo largo y flequillo recto, no entiende por qué se ríen de él y además le llaman chica. ¿Sólo las chicas pueden llevar peluca? ¿Para ser chico hay que ser lo contrario a las chicas? ¿Qué hay de malo en parecer una chica?
A Luca no le gusta que se rían de él, pero decide no quitarse su peluca. Sólo tiene cuatro años, pero es un tipo listo e intuye que nunca es demasiado pronto para luchar contra las cosas sin sentido, ¿y qué sentido tiene renunciar a su peluca si le encanta y no hace daño a nadie?
La Peluca de Luca es una historia que nos regaló un niño valiente, capaz de cargar con el peso de una peluca azul sobre sus hombros y de romper con ella las normas de género que otros y otras construyeron por él.
Nuestro Luca se atrevió a enfrentase al mundo, su mundo, nuestro mundo. Contamos su historia porque todos y todas somos Luca cada día, y si elegimos la opción valiente quizás mañana conoceremos a un Paco que vaya con falda al colegio y nadie se reirá de él, y Paco no será ni más ni menos Paco.
Por eso cuando aparece en el cole con su peluca de pelo largo y flequillo recto, no entiende por qué se ríen de él y además le llaman chica. ¿Sólo las chicas pueden llevar peluca? ¿Para ser chico hay que ser lo contrario a las chicas? ¿Qué hay de malo en parecer una chica?
A Luca no le gusta que se rían de él, pero decide no quitarse su peluca. Sólo tiene cuatro años, pero es un tipo listo e intuye que nunca es demasiado pronto para luchar contra las cosas sin sentido, ¿y qué sentido tiene renunciar a su peluca si le encanta y no hace daño a nadie?
La Peluca de Luca es una historia que nos regaló un niño valiente, capaz de cargar con el peso de una peluca azul sobre sus hombros y de romper con ella las normas de género que otros y otras construyeron por él.
Nuestro Luca se atrevió a enfrentase al mundo, su mundo, nuestro mundo. Contamos su historia porque todos y todas somos Luca cada día, y si elegimos la opción valiente quizás mañana conoceremos a un Paco que vaya con falda al colegio y nadie se reirá de él, y Paco no será ni más ni menos Paco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario