05 marzo, 2015

Baby-led weaning


En los últimos años se está hablando cada vez más del método baby-led weaning o alimentación autorregulada por el bebé como forma de introducir la alimentación complementaria. Básicamente consiste en iniciarla sin pasar por la fase de purés y triturados, sino dejando que el niño vaya descubriendo él sólo las texturas y sabores de los alimentos sólidos. 





¿Qué es el baby-led weaning?



El baby-led weaning es una forma de introducción de la alimentación complementaria en el que el propio niño se autorregula en la introducción de alimentos sólidos, sin darle triturados ni purés con cuchara, sino probándolos el solito, tal cual. Esta forma de iniciarles en la alimentación complementaria es muy común en Estados Unidos, y empieza a extenderse con fuerza en Europa, especialmente en los países nórdicos. En España cada vez son más los artículos divulgativos sobre este método, y el interés por los padres es creciente. Esta forma de alimentación está en consonancia con la crianza con apego (lactancia materna durante el mayor tiempo posible, porteo…).

La traducción exacta del término 'baby-led weaning' al español podría definirse como 'alimentación autorregulada', 'alimentación autorregulada por el bebé', o 'destete dirigido por el niño' (la más literal). Lo que significa que el niño adopte la alimentación complementaria en base a sus necesidades y gustos. De esta manera, el bebé se sienta con el resto de la familia a la hora de la comida y se une a los demás cuando está preparado, usando primero sus manos y después los cubiertos.

La creadora de este método, Gill Rapley (nutricionista y directora adjunta de la Iniciativa de Hospitales Amigos de los Niños (IHAN) de UNICEF en Reino Unido), reúne en su libro Helping your baby to love good food (El niño ya come solo, en español) las bases científicas y antropológicas que sustentan esta forma de iniciar la alimentación. En la red existe un folleto-resumen de su libro, autorizado por la autora, en el que se ofrece un extracto sobre sus ventajas, y consejos sobre cómo realizarlo.


¿En qué se basa el baby-led weaning?

Según recomienda la OMS, la leche materna es la alimentación idónea de forma exclusiva para el bebé hasta los seis meses de edad. A partir de ese momento se debe iniciar la introducción progresiva de una dieta variada (lo cual no quiere decir que la leche materna deba retirarse, ya que la OMS recomienda mantenerla hasta los dos años y, a partir de ahí, hasta que madre y bebé quieran).

A los seis meses, por lo general, los bebés son capaces de sentarse erguidos y empiezan a mostrar más interés por todo los que les rodea, especialmente la comida. De hecho, la boca es su principal “órgano de exploración”, ya que quieren llevárselo todo a ésta. Según defiende la autora del método baby-led weaning, a partir de esta edad los bebés ya están capacitados para coger pedazos de comida adaptados a su tamaño, llevárselos a la boca, e iniciar la masticación.

Antes, cuando los bebés comenzaban con la alimentación complementaria a los tres o cuatro meses, se les daban purés porque eran demasiado pequeños para comer solos. Si se ha logrado mantener una lactancia exclusiva hasta los seis meses y el bebé empieza a tener interés por la comida, se puede iniciar una alimentación complementaria sin pasar por la fase de purés, papillas y triturados, sino directamente con sólidos, y sin emplear la cuchara.

Con el baby-led weaning, el bebé se sienta a la mesa con los padres y come lo mismo que ellos, siempre y cuando sean alimentos de fácil masticación que no ofrezcan peligro, y con una introducción progresiva de los distintos alimentos para evitar alergias e intolerancias.


VENTAJAS

  • Permite al bebé descubrir sabores, texturas, colores y olores por sí mismo
  • Fomenta la independencia temprana. Al comer a demanda, ingieren la cantidad de comida que su cuerpo pide. Su propia curiosidad les lleva a probar distintos alimentos y a distinguir de forma precoz qué les gusta y qué les disgusta.
  • Aprenden desde el principio a conocer el sabor de los alimentos por separado: la zanahoria, las judías, el plátano… Cuando toman purés y triturados, por el contrario, saborean el sabor del conjunto, lo cual en realidad no es lo normal en la alimentación de un adulto.
  • Ayuda a desarrollar y mejorar la coordinación y la masticación.
  • Favorece que el niño sea un comedor activo desde el principio, evitando problemas futuros.Permite la integración del niño en la familia a la hora de comer desde el principio, ya que se sienta con sus padres a la mesa y come lo mismo que ellos. De esta manera el bebé no está apartado y comiendo a horas distintas a las del resto de la familia. Se crea una normalidad en el acto de la alimentación.
INCONVENIENTES

  • Miedos y desconfianza: lógicamente, cuando hablamos de introducir trozos y alimentos sólidos en un bebé de corta edad, el principal miedo de los padres es el del posible atragantamiento. Sin embargo, la realidad es que el riesgo es el mismo que cuando se inicia la alimentación con purés y triturados. No hay que dar alimentos que sean duros y en fracciones pequeñas (como frutos secos), sino alimentos que se deshagan fácilmente en los dedos o se puedan masticar con las encías, como por ejemplo verdura cocida.
  • En el caso de alergias o intolerancias a algún alimento, o en niños con ciertas patologías, será necesario preparar a los pequeños previamente para evitar reacciones alérgicas.
  • Es más sucio e incómodo para los padres: en la práctica consiste en dejar la comida al niño en el plato o bandeja de la trona y permitir que él experimente con ella. Evidentemente el niño juega, experimenta, trocea… y ensucia. La ropa del bebé, trona, suelo y resto de accesorios se ensucian sin remedio.
Os dejamos este vídeo para ver los progresos de este bebé durante 120 días:



No hay comentarios:

Publicar un comentario